Estos días he estado asistiendo como oyente a un seminario sobre Antropología Política de la Globalización impartido por Marc Abélès.
Uffff ... aunque ya me lo había planteado ayer definitivamente, y nunca es así, "ví la luz": el discurso que defiendo en este mismo blog, ¿podría ser uno más del "populismo cosmopolita" que al menos formalmente trata de superar o imponerse al más localista, regionalista, nacionalista con el que "coexiste"?
Soy consciente de que defender que no existan fronteras es no sólo idealista sino hasta un tanto ingenuo. Muy bienintencionado pero quizá poco realista. En la presentación del blog ya lo reconocía. Pero es que ética y profesionalmente siempre existirá un posicionamiento y no me sale defender lo contrario a pesar de que, claro, observo las dificultades que conllevan las diferencias que encontramos en la vida cotidiana.
Lo que yo defiendo es el intento no de superación pero sí de comprensión o si acaso de negociación de esas diferencias. Y de ser consciente no sólo de cómo las creamos sino también de cómo nos las crean. E Internet no es mal intrumento para ello: la etnografía multisituada, tanto geográfica como de perspectivas, puede tener un buen comienzo aquí.
